me dí cuenta de los impedimentos...

impedimentos. que no tienen respuesta. de las angustias ajenas. no todo debería ser tan ajeno. sobre la ventana del segundo piso. buscando una ayuda innecesaria. quebrada. temerosa y delgada transparente. solo huecos. el espacio de unos cuantos metros al frente.

con el mas mínimo susurro, parece que todo se quebrara. hasta el último trocito. hay demasiada prenvención en las palabras pronunciadas, en los pesamientos, e incluso en los gestos. hay un peso que me he inventado durante los últimos dias. Lo malo de todo es que se aleja y se acerca constantemente a esa extraña noción de "realidad" que ya no sé cuando es o no es. solo sé que pesa.

Errores y equivocaciones. A veces resulta muy agotador decir tanto "lo siento". a veces se repite tanto que suena como dentro de una cueva chiquitica, vacío, aullado, gemido.
que perversas buenas intenciones. las que terminan en "lo siento" y en silencio. caminando entre luces que empiezan a encenderse por la hora particular del dia. de la tarde. de la casi noche.
hay días en que simplemente soplamos del lado contrario a la dirección que trae el viento. con sus nubes pomposas y el fondo del cielo que se pinta de infinitos colores. como me gusta esa hora del dia. a pesar de mi misma.

de locuras momentáneas pero no pasajeras

locura o crisis momentáneas. o los gritos y los momentos de desesperación. crisis como respuesta. un shock, un stock, un soplo violento, y todo lo que viene despues de eso. y las palabras salen de la boca sin parar. palabra tras palabra. palabras sin ser pensadas durante demasiados segundos. palabras sobre palabras, que lastiman un poco. a pesar de que los corazones se hayan hecho ver de madera. por años tras años.
no querer tanta responsabilidad, como ir soplando sobre heridas abiertas. hay demasiado peso. entre una palabra y otra. entre una hora que transcurre despues de otra.